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Historias de San Luis: lugares trágicos y el crimen del Rosarino

En la historia de San Luis hay lugares que son recordados por tragedias, aunque haya pasado mucho tiempo.

Foto José La Via
Puente Blanco.

por Nino Romero

elchorrillero.com

Actualizada: 18/02/2023 23:00

Uno de ellos es el Complejo del Puente Blanco, donde está la pileta de natación.

Era adolescente cuando ocurrió un crimen que lo llamaron "El Crimen del Rosarino", siendo la víctima Alfredo Carlos Laino.

El asesinato fue encargado por su pareja, Ana Bustos Schmid.

En la década del 70, para los que vivimos en San Luis, ese era el balneario municipal del Puente Blanco.

Por eso mi recuerdo es doble: yo asistía al balneario, pero también varias veces con mis padres fuimos a comer al famoso restaurante del Rosarino.

Una vez acontecido el asesinato, me costaba pasar tranquilo por el lugar.

Hasta pensaba que alguna vez que yo había estado en la pileta o comiendo en el lugar, y el Rosarino ya estaba muerto y su cuerpo escondido en el fondo del restaurante.

¿Por qué pensaba esto? Porque según la justicia, lo asesinaron y al menos por unos días el cadáver estuvo oculto en el lugar.

El juicio reveló una sórdida historia: un amorío clandestino entre uno de los criminales y la mujer del Rosarino.

La mujer argumentó en su defensa que la víctima era una persona que la maltrataba y también a sus empleados.

Quedó comprobado en el proceso judicial que la mujer de Laino fue promotora del asesinato de su esposo, con la complicidad de dos empleados.

¿Cómo lo mataron?. Los archivos de Tribunales cuentan que Laino estaba durmiendo la siesta en el fondo del restaurante una calurosa siesta de noviembre de 1970, cuando Clímaco Pereira le pegó un hachazo en la cabeza, y Oscar Alberto Rivero lo remató con un bate de béisbol, falleciendo el Rosarino en el acto.

El lugar siguió funcionando normalmente varios días, con el cadáver de Laino en el fondo, hasta que primero intentaron llevarlo hasta el dique La Florida y finalmente lo enterraron en El Volcán.

Pereira, Rivero y la mujer fueron condenados a cadena perpetua.

Hubo otra persona llamada Crispín Lucero, quien fue absuelto por el Tribunal, cuyos integrantes creyeron su testimonio que fue amenazado por los criminales, quienes lo obligaron a envolver y atar el cadáver, conducir el auto del Rosarino primero hasta La Florida, y después hasta El Volcán.

Tanto Pereira como Rivero afirmaron que la mujer del gastronómico les había prometido dinero si lo mataban.

Podría dar muchos detalles del caso en sí,pero lo que pretendo es recordar que hay muchos lugares en cualquier parte del país o del mundo que vienen a la memoria por tragedias.

Actualmente esa zona de Puente Blanco está transformada y no son muchos los que piensan en lo sucedido allá lejos, en 1970. Y tampoco lo saben.

Pocos se acuerdan. Pero la conmoción en la provincia y el país fue impresionante en esa época por "El Crimen del Rosarino".

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